domingo, 18 de septiembre de 2011

"Por miedo a que nos roben las pisadas"

Se sentó en el sofá con las piernas cruzadas y el portátil sobre ellas, abrasándole la piel. Estaba inquieta. No le gustaban las casas vacías; ni su casa vacía. Los crujidos le parecían ensordecedores, así que puso música a modo de autoengaño. Autoengaño, qué novedad. Y qué sincero a la vez, y sin embargo, no podía evitarlo. No es fácil desnudarse por dentro. Tantos miedos sin sentido... Tenía miedo a la muerte, y sin embargo, morimos cada día. De amor, de desamor, de rabia... hasta de sueño. Los términos absolutos nos aterran.

Subió el volumen de la música y entendió que no tenía miedo a morir, sino a no vivir... a necesitar prórroga.

martes, 13 de septiembre de 2011

;)

“Hay que despertar a la gente. Sacudir su
manera de identificar las cosas. Habría que
crear imágenes inaceptables. Que la gente
eche espumarajos de rabia. Hay que obligarlos
a comprender que viven en un mundo muy
raro. Un mundo que no es nada tranquilizador.
Un mundo que no es como ellos creen”.



Pablo Picasso, pintor.